Sin siquiera saber como, algo ha cambiado esta madrugada.
En tan solo un corto periodo en el tiempo, el que va de la media noche al canto del gallo, la agonía hiriente que se había hecho mi dueña quedó agazapada y apaleada en un escondrijo sin tener valor para salir.
Yo desperté después de esas horas plena de energía positiva, cegadora de luz que me había cargado de fuerzas.
Bienvenida Esperanza.
2 comentarios:
Me gusta como escribes, me alegra que hayas retomado el blog.
Que no muera esa esperanza¡¡
Besos¡
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