Tal vez sea que mi mente gira vertiginosamente sin causa ni motivo, encontrando hipotéticas situaciones que no existen, o tal vez sea demasiado intuitiva, adelantándome a acontecimientos que son inminentes.
No son dudas ni sospechas, simplemente un amargo y apático presentimiento que, por desgracia, pocas veces raya en el error.
Seguramente ni siquiera intuyes a qué me refiero.
Otro punto más a mi favor.