Estábamos en la semipenumbra de un
rincón y nuestras manos se rozaron fortuitamente provocando descargas
electrizantes en nuestro interior, sentimientos que iban y venían en oleadas creando
en nosotros un mundo de sueños dentro de la cruda realidad de lo que no podía
ser.
Y no fue.
Al fondo, “On my own”, sonaba en la
voz de Nikka Costa.
*Imagen de Aquí
3 comentarios:
Muy bonito y profundo y a la vez triste por lo que no pudo ser.
Seguramente estaba establecido que no fuera. Tal vea fuera lo mejor.
Aunque sea un mundo de sueños, vale la pena la ilusión. Beso
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