Que gran vacío queda cuando se escapan los sueños, cuando se deslizan sigilosamente por esa ventana de la que descuidadamente has dejado abierta una rendija.
Salen volando, subiendo a lo más alto cual cometa en días de viento, arrastrando consigo jolgorios y risas infantiles.
Se van, se elevan, se escapan…dejando una oquedad opaca que pasa a ocupar su lugar.
Que triste es que se escapen los sueños.
2 comentarios:
Desde los sueños, nos habla nuestro inconsciente siempre tan escurridizo.
bss
Que tierna melancolía, logras en breves escritos dar cuenta de profundas emociones. Muy bello.
Publicar un comentario