El Primer Lucero

Ya luce la primera estrella del atardecer (venus).
Se asoma atrevida por ese lienzo azul pastel que blanquea sus colores en la lontananza y posa intrépida y brillante, sabedora de que en este lugar y hora es la única que se deja ver en el firmamento.
Coquetea con los gorriones que pían en fiera batalla por conseguir cobijo ante impretérrita noche, y le hace guiños a mi corazón.
Y yo se lo agradezco, porque esos guiños plateados y refulgentes se mezclan con mi alma y me la vuelven pura y cristalina, expulsando de mí cualquier atisbo de rencor que pudiera habitar en ella, dejándome sólo la pureza, la transparencia y la sinceridad de mis sentimientos.

Y todo éso hace que yo me sienta feliz y a mi vez pueda hacer un poco más felices a los demás.